Investigadores de la Mayo Clinic, Estados Unidos, han confirmado en un estudio con datos de casi 5.000 mujeres que los síntomas comúnmente asociados a la menopausia, como sofocos o sudores nocturnos (síntomas vasomotores), se pueden extender hasta bien entrados los 60, 70 y 80 años. El estudio, publicado en Menopause, ha revelado que las mujeres mayores de 60 años participantes en el estudio que han sufrido estos síntomas vasomotores moderados a severos, como sofocos, tienen más probabilidades de estar casadas o en una relación. Mientras, aquellas con menopausia quirúrgica o inducida también fueron más propensas a estos síntomas más allá de los 60 años. La cafeína también aumentó la probabilidad de síntomas vasomotores en mujeres mayores de 70 años.
El estudio también ha constatado que las mujeres que usaban terapia hormonal tenían menos probabilidades de padecer sofocos de moderados a severos y sudores nocturnos, un hecho que los investigadores ya esperaban. Asimismo, han confirmado el beneficio de iniciar la terapia hormonal para la menopausia en mujeres menores de 60 años y dentro de los 10 años posteriores a la menopausia. Sin embargo, no está claro cuándo es el momento adecuado pa
La menopausia es la etapa de la vida de la mujer en la que comienzan a perder la función ovárica de forma paulatina y disminuye la producción de hormonas sexuales femeninas, estrógenos y progesterona. Síntomas La disminución de los Estrógenos puede provocar a corto plazo sudoraciones nocturnas, palpitaciones, insomnio o cefalea. / Cuando ha transcurrido más tiempo puede aparecer también sequedad vaginal y sequedad de la piel, pero lo más importante es prevenir la aparición de osteoporosis y evitar el desarrollo de problemas cardiovasculares. A partir de la menopausia la mujer comienza a perder masa ósea, los huesos se vuelvan más frágiles y aumenta el riesgo de fracturas. Por otro lado, la falta de estrógenos aumenta los niveles de colesterol en sangre que, unido a alteraciones de las paredes de los vasos sanguíneos y a otros factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, obesidad, estrés, vida sedentaria y abuso del tabaco y/o alcohol, provoca un mayor riesgo de tener problemas cardiovasculares. Tratamiento Actualmente existen tratamientos que controlan la mayoría de estos síntomas. Puede recurrirse a la Terapia Hormonal Sustitutiva, que consiste en la administración de hormonas sexuales, o al uso de Fitoestrógenos, como los extractos naturales de isoflavonas de la soja (estrógenos vegetales). Si se opta por tomar