El embarazo y el parto provocan, en ocasiones, lesiones en el suelo pélvico y en los tejidos que lo componen. La función del suelo pélvico es la de sostener los órganos intra-abdominales y los órganos pélvicos: la vejiga, el útero, la vagina y el recto. Además permite la salida de la uretra y la apertura de la vagina hacia la vulva, acción que facilita el acceso de la menstruación y la posibilidad de mantener relaciones sexuales y de dar a luz. Cuando una mujer sufre lesiones en su suelo pélvico acontecen sintomatologías como la incontinencia urinaria de esfuerzo (al toser, estornudar, levantar peso) porque el soporte de la uretra es débil. También puede sufrir un descenso de la vejiga que puede ocasionar dificultades de vaciado de la orina y descenso del útero o del recto. Sin embargo, mediante la reconstrucción del suelo pélvico, indicada para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren dichas patologías, se realizan las correcciones de cada tipo de defecto encontrado en la valoración. Antes de la realización de cualquier intervención quirúrgica se tiene en cuenta el grado de afectación del suelo pélvico de las mujeres que lo sufren.
Una de las preguntas más frecuentes entre las adolescentes es en qué momento de su vida tenemos que realizar su primera revisión ginecológica. Y es que la primera visita al ginecólogo suele crear nervios debido al desconocimiento a las rutinas que se realizan durante la revisión. Es importante saber que se trata de una sencilla revisión médica que se basa entre otras cosas en lo siguiente: una exploración mamaria básica para descartar la presencia de tumoraciones o quistes en las mamas; la inspección de genitales externos y la colación de un espéculo en la vagina para tomar muestra de las células del cuello del útero y así descartar alteraciones que estén relacionadas con futuras posibilidades de cáncer. En el caso de que la joven adolescente haya tenido relaciones sexuales se realiza también una ecografía ginecológica vía vaginal y, en el caso contrario, se realizará vía abdominal con el fin de asegurar que el aparato genital es normal. Se aconsejar realizar esta primera revisión con el inicio de las relaciones sexuales cuando la joven es menor de 20 años. En el caso de no ser sexualmente activa, las revisiones comienzan a partir de los 20 años sólo cuando los ciclos no so regulares, cuando existe una pérdida menstrual anormal o con la detección de alguna anomalía en los genitales femeninos. Por lo tanto, si estás pensando en realizar tu